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“AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR” “El dilema de los impuestos injustos”

“AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR”
“El dilema de los impuestos injustos”
Tomada de: Primera nota. Revista Palabra Profética. Junio 2005.


Publicada por solicitud de algunos de nuestros lectores por las dudas sobre los impuestos.

Siempre he propendido desde estas páginas por exhortar al pueblo de Dios para que mediante un estudio sistemático y exhaustivo de las Escrituras, salga del lago cognoscitivo en lo que al Estado, lo gubernamental, lo político, lo económico y lo social Dios ha revelado, para que entendiéndolo, obedezcamos su voz. Quiero recordar a mis queridos lectores, que el hecho de que el Estado y su gobierno, (cristianos o no), son una manifestación de la gracia común de Dios a todos los hombres para que vigile, regule, legisle y propenda por el bien y armonía comunes entre los hombres, no esencialmente por el hombre en sí, sino para que el propósito de Dios se cumpla y la Gloria de Dios sea manifiesta.
Es necesario que la iglesia le recuerde a los gobernantes, aunque ellos mismos quieran o no aceptarlo, son siervos de Dios[1] y son responsables en esta vida y en la venidera ante el Juez del universo de sus actos.

Habiendo hecho esta salvedad y lejos del corazón cristiano estar de acuerdo con las injusticias sociales de cualquier tipo, quisiéramos abordar el tema de los impuestos; pues con preocupación se observa que algunos “indoctos políticos cristianos” median promoviendo rebeliones contra decisiones que bien o mal, hechas de parte del gobierno, Dios nunca mandó que nos rebeláramos. Es decir, No unilateralmente y en contra de lo establecido por las leyes estatales. Ordenan a sus prosélitos se resistan a pagarlos. No hay duda que estos líderes cristianos vieron demasiado tiempo películas como la del Zorro, legendario héroe que roba a los ricos para darles a los pobres, o si prefiere Robbin Hood.

El espíritu bíblico reconoce ante todo, la soberanía de Dios, acepta humildemente que los magistrados fueron puestos por Él y que en su predeterminada voluntad, suelen levantarse mandatarios que abusan y oprimen al pueblo, casi siempre como manifestación del juicio divino, para resaltar la justicia y gloria del Santo Dios. Como lo vemos en el Antiguo Testamento donde, en diferentes tiempos y siempre para tratar con el pecado de Israel, imperios tiránicos lo sometieron, ya Egipto, ya Asiria, ya Babilonia, o como en tiempos de Cristo el Imperio Romano.
Lo anterior no quiere decir que Dios en Cristo se complazca, (tampoco su Iglesia), con los abusos que en cualquier materia, (siendo nuestro caso a tratar el de los impuestos), cometen los Magistrados, ellos recibirán su propio castigo, es probable que aquí, pero más seguramente en el día terrible del Señor.


Tampoco quiere decir que la Iglesia se quede de brazos cruzados frente a estas injusticias sino que en oración, ejemplo civil y apego a las normas reinantes en sus Estados, por voluntad divina, se oponga a que tales leyes se establezcan. Sin embargo, ante aquellas leyes injustas, una vez han establecidas, cumpliéndolas ha de procurar, lícitamente insisto, sean derogadas.

Con todo ello nuestro mayor deber es para con Dios. Quien envió a su Hijo para sernos ejemplo en todo[2]. Recordemos que su obediencia fue perfecta, y llevando nuestros pecados, aunque nunca pecó, recibió el castigo de nuestra paz. De tal manera que tanto su obediencia como sacrificio nos han sido imputados. Una pregunta saludable cuando las dudas nos asaltan seria ¿Qué haría el Señor Jesús en este caso?


Durante el tiempo en que Jesús se hizo hombre y fue a la cruz, reinaba el imperio Romano, el César, y oprimía al pueblo judío; tal gobierno imperialista, imponía exagerados tributos al pueblo Santo y lo subyugaba y exprimía duramente; el Divino Maestro lo sabía, ¡Es el Hijo de Dios! Muchos movimientos anti-romanos pululaban en ese tiempo, uno de ellos; el de los Zelotes. No cabe duda que, cuando Jesús alcanzaba popularidad, muchos de ellos quisieron proclamarlo rey, su objetivo, sacudirse a Roma y negarse violentamente a tales imposiciones, y sin embargo, Jesús rotundamente se negó, les evadió varias veces.
En cierta ocasión, llegando a Capernaum, los cobradores de impuestos acusaron al Mesías de evadir los impuestos, y siendo Él el dueño de la tierra y a pesar de dar razones bíblicas de lo injusto del cobro, envió a Pedro a recoger un “estatero”, quien lo halló en el primer pez que encontró, en una forma milagrosa; y le ordenó pagara por el Maestro y por el mismo[3].
En otras circunstancias, fue tentado a equivocarse y negar la legalidad de los tributos ¿Es lícito dar tributo al César o no? En otras palabras ¿Hay que rebelarse o someterse al César? A lo que sabiamente respondió: “Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”[4].


El tema en esta última instancia, va más allá del simple pago de un dinero, encierra el concepto de someterse a las autoridades, pues están ahí por decisión divina y con un propósito, dentro del perfecto plan de Dios; razón que enfatizará el apóstol Pablo, experto por cierto en la ley de Dios, diciéndole a los romanos: “sométase toda persona a las autoridades superiores” (Romanos 13:1) y a Tito le exhorta a que recuerde a los creyentes este divino principio: “Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra”[5]. Pedro, por su parte, insta a someterse a toda institución humana y todo gobernante legalmente constituid[6].


No está bien, que haciendo alarde de “caudillismo”[7] propio de los impíos, se pase por alto la plataforma ideológica de todo dirigente cristiano, que es la Biblia, y terminen en un movimiento revoltoso y liberal, que sólo prueba de qué están llenos sus corazones. ¡No! Insisto, no respaldamos la injusticia social y la combatimos con mecanismos legales y vías de derecho, pues nuestro Señor y Rey es amante del derecho[8] ¡Ah! Eso sí, una vez decretados y debidamente sancionados los tributos por el gobierno y por esta vía, entenderemos que ésta es la voluntad de Dios y daremos cumplimiento a lo expresado en Romanos 13:5-8:

Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo. Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra. No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.


En donde el apóstol Pablo aclara; que los gobernantes están allí porque son servidores de Dios… “por lo cual es necesario estarle sujetos”, y pagar por su puesto, no sólo por posibles “Castigos”, sino también “por causa de la conciencia”, y otra vez insiste; estos pagos a quienes los reclamen, son obligación hacerlos “porque ellos son servidores de Dios”. Así que, dejando tanta manipulación de la iglesia, mis amados caudillos cristianos, siendo trompetas del Señor, proclamen a voz en cuello “pagad a todos los que debéis, al que tributo, tributo, al que impuesto, impuesto, al que respeto, respeto y al que honra, honra; no debáis a nadie nada”. Lo contrario a ello es delito.

El no pagar deliberadamente los impuestos de renta, patrimonio, IVA, vehículos, de paz o de guerra, habiendo sido aprobados por el gobierno, no sólo lo desvirtúa su fe; sino que acarrea sanciones tanto sobre quienes esto promueven como quienes lo hacen y lo peor, tristemente la desaprobación de Dios. El no hacerlo por rebelión o codicia todavía se llama pecado. Pues la ley de Dios es perfecta y justos sus juicios.

Recuérdelo, Dios, si, El Divino Hijo de Dios, nuestro hermano mayor, pago con todo y ser dueño del universo e instruyó a Pedro para hacerlo, como no lo demandará de usted que es Sal y Luz a las naciones.

Recuerde cuando de impuestos se trata, de  honra y  de Gloria; da a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar.



Pr Manuel Cendales S.

1 Léase Romanos Capitulo 13. Hay un clásico ejemplo de esta realidad espiritual. El gobierno de Dios sobre los Estados impíos. Ciro, rey impío, es usado por El Señor para la restauración de Jerusalén en tiempos de Esdras. El Profeta lo predice: Isaías 44:28 que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado.
2 Mateo 13.17
3 Mateo 17:24-27
4 Mateo 22:15-22
5 Tito 3:1.
6 1ª Pedro 2:13.
7 http://es.wikipedia.org/wiki/Caudillismo
8 Isaías 61.8

Video-Felices los que padecen persecución por causa de la justicia

Pastor Manuel Cendales S.
Serie de sermones "Felices"

1. Felices los pobres en espíritu 2. Felices los que lloran
3. Felices los mansos
4. Felices los que tienen hambre y sed de justicia
5. Felices los misericordiosos 6. Felices los de limpio corazón
7. Felices los pacificadores
8. Felices los que padecen persecución por causa de la justicia

ESQUEMA DE LA PREDICACIÓN

 “Felices los que padecen persecución por causa de la justicia
Mateo 5.10-12.

Introducción:
 Las Bienaventuranzas son el camino seguro  de felicidad eterna que emprende todo hombre que regenerado por el Espíritu Santo. Comienza  por saberse “pobre de espíritu”, “llorando”  su condición pecadora,   bajo tal circunstancia tiene en poco el ser humillado, no se ofende por cuanto ahora es “manso”. Un  “hambriento y sediento” de aquella justicia que no confía en sus propias obras (pues son inmundas) sino que espera en aquella alcanzada por su Salvador cuyo clímax fue la Cruz.  Aquel que ha sido consolado y saciado. Ese que habiendo sido recibido en misericordia aprendió por el Espíritu de Dios a ser “misericordioso”. Aquel o aquella cuyo corazón ha sido limpiado por la sangre de Cristo y que ha sido constituido o constituida un pacificador o pacificadora es decir cuyos pies son hermosos porque anuncian “buenas nuevas”.

Ahora bien, hoy llegamos a la ‘ultima bienaventuranza que va acompañada de una confirmación de los que es y lo que le pertenece por su condición de creyente.

Mat 5:10-12
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia,  porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan,  y digan toda clase de mal contra vosotros,  mintiendo. Gozaos y alegraos,  porque vuestro galardón es grande en los cielos;  porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

De nuevo vemos un orden lógico en la disertación del Señor Jesús. Que conlleva a esta persecución. 

1. ¿Por qué padecen persecución?

Mat 5:10-12
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia,  porque de ellos es el reino de los cielos

No es porque sean reprensibles…
No es porque carecen de sabiduría y son necios en su testimonio…
Es por causa de la Justicia...

Así que padecen persecución por una sola razón, la justicia, y esta realidad conlleva tres aspectos  fundamentales:

a. Por causa de la justicia.

Romanos  1:18  
Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;

En cuanto a la injusticia los impíos conocen la verdad y la retienen con injusticia. 
Solo para hablar de generaciones cercanas y contemporáneas:

Los modernistas: La razón…  
No es razonable que haya  un Dios airado.
No es razonable que vaya a condenar a tanta pobre gente…
El es purito Amor.

Los postmodernistas: No hay absolutos.
No hay verdadero o falso… todo es relativo
No hay bueno ni malo…
No hay justo ni injusto…
No hay verdad ni mentira… La verdad es relativa.

En general creen que le hombre nace, es y permanece bueno y mejorando…
La mentira de la evolución los engaña. Pero al Biblia los desmiente:

Romanos  3:10-12  Como está escrito: 
No hay justo,  ni aun uno;
No hay quien entienda. 
 No hay quien busque a Dios.
Todos se desviaron,  a una se hicieron inútiles; 
 No hay quien haga lo bueno,  no hay ni siquiera uno.

Como no entienden, no ven la gracia y misericordia que el Evangelio ofrece y por tanto Odian a Cristo,  a su evangelio, y a sus mensajeros de paz. La ley moral y su justicia los persigue a donde quiera que vayan. De allí que no  puedan tener la verdadera paz.

Romanos  3:13-17  Sepulcro abierto es su garganta; 
 Con su lengua engañan. 
 Veneno de áspides hay debajo de sus labios;
Su boca está llena de maldición y de amargura.
Sus pies se apresuran para derramar sangre;
Quebranto y desventura hay en sus caminos;
Y no conocieron camino de paz.

Son engañadores, maldicientes, amargados, arrogantes, proclives siempre al homicidio… No ha de sorprenderse por tanto que quieran matar a los hijos del reino. Estos impíos aplaudieron a Jesús cuando les dio de comer y luego gritaban crucifícale,  crucifícale, crucifícale. 

Por todo lo anterior odian al ver que los Hijos del Reino son diferentes, piensan, viven y actúan diferente. Lo que da lugar al siguiente punto.

b. Porque son diferentes, 

Distintos  a los demás. Viven  de una manera diferente a los del mundo. Y tienen valores y principios diferentes. Los del mundo, los hijos de Satán, los que no son aun hijos de Dios, aunque probablemente algunos puedan llegar a serlo un día por causa de la elección(como llegó a serlo el asesino de cristianos Pablo) , todo estos odian a muerte al cristiano aun que los de la FE sean de su propia familia.


Mat 10:33-38  
Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
No penséis que he venido para traer paz a la tierra;  no he venido para traer paz,  sino espada.
Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre,  a la hija contra su madre,  y a la nuera contra su suegra;
y los enemigos del hombre serán los de su casa.
El que ama a padre o madre más que a mí,  no es digno de mí;  el que ama a hijo o hija más que a mí,  no es digno de mí;
y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí,  no es digno de mí.

Noten que Cristo, que es quien habla aquí, enfoca una paz distinta a la que da cruz.  Habrá guerra contra los Hijos de Dios, los seguidores de Cristo. En no pocas ocasiones al Hijo del Reino celestial le tocará elegir entre seguir a los suyos o seguir a Cristo. Cuanta gracia de Dios para aquellos que tenemos nuestra familia en Cristo aunque la parentela nos aborrezca.

1Pe 4:2-8 
Para no vivir el tiempo que resta en la carne,  conforme a las concupiscencias de los hombres,  sino conforme a la voluntad de Dios.
Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles,  andando en lascivias,  concupiscencias,  embriagueces,  orgías,  disipación y abominables idolatrías.
A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución,  y os ultrajan;
Pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.
Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos,  para que sean juzgados en carne según los hombres,  pero vivan en espíritu según Dios.
Mas el fin de todas las cosas se acerca;  sed,  pues,  sobrios,  y velad en oración.
Y ante todo,  tened entre vosotros ferviente amor;  porque el amor cubrirá multitud de pecados.

A estos… los impíos… les extraña

La palabra para extraño en griego es ξενίζω xenízo  huésped  ser (hacer, aparecer) extraño:-sorprender, extraño, hospedar, morar. Algo así como un E.T.

Y los ultrajan… los blasfeman, los calumnian… mienten en cuanto a los FELICES.

¿Por qué? Porque a estos muertos espirituales se les ha predicado el Evangelio igual que a los que han creído. Han sido amonestados por los pacificadores…

c. Pero sobre todo porque son “pacificadores”.

Como hemos visto a lo largo de las bienaventuranzas, los hijos de Dios viven  y predican la paz de la cruz. Por ello son considerados un estorbo un tropiezo para los que rechazan el evangelio. Pues para ofrecer perdón por la sangre de Cristo primero hay que decirles lo malvados que son y que deben arrepentirse.

2. ¿Por qué son felices los que padecen esto?

Porque…de ellos es el Reino de los cielos. Notemos que esta es la ultima Bienaventuranza y reitera que estos son Felices porque… de ellos es el Reino de los cielos.  Las bienaventuranzas son una unidad perfecta. Empiezan con el Reino de los cielos y terminan con el reino de los cielos.

¿Cómo han de ser los Hijos del Reino en medio de todo esto?:

Mateo 10:16  
He aquí,  yo os envío como a ovejas en medio de lobos;  sed,  pues,  prudentes como serpientes,  y sencillos como palomas.

Las palabras del Glorioso son:
Algo perturbadoras...
Suficientemente elocuentes…
Y gloriosamente profundas…

Hemos de procurar de no traer sobre nosotros sufrimientos innecesarios… como lo mencionamos en el primer punto, Dios  no quiere que suframos por ejemplo por:
No por hacer algo mal…
Por andar equivocados en algo…

Por eso Pedro dice:

1Pe 4:15-17
  Así que,  ninguno de vosotros padezca como homicida,  o ladrón,  o malhechor,  o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano,  no se avergüence,  sino glorifique a Dios por ello.  Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios;  y si primero comienza por nosotros,  ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?

Homicidas,  ladrón, malhechor o por entrometerse en lo ajeno. Que connota , chismoso, espía, informante, revolucionario, desfalcador. Al inferir en las vidas ajenas, el entrometido quiebra la armonía y la paz de la iglesia y de las comunidades locales. Tampoco se refiere a persecución por razones político-religiosas. En tiempos de los Nazis muchos predicaron el Evangelio y no fueron perseguidos, pero otros politizaron el Evangelio… en fin. Ojalá no caigamos en el error de creer que el Evangelio es anticomunista. NO,  El Evangelio ha de ser predicado a todos los hombres, ha de velar por las almas de los comunistas y de todas las las personas indistintamente de su  política… todos pecamos…

Pero dice también; pero si alguno padece como cristiano,  no se avergüence,  sino glorifique a Dios por ello.  Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios;  y si primero comienza por nosotros,  ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?

Pedro escribió su epístola presumiblemente desde Roma. Quizás Usted lo ignore pero la palabra cristiano parece solo tres veces en El Nuevo Testamento. Antes se les llamaba “discípulos”, “creyentes”, y” los que pertenecían al camino” . El nombre cristiano fue usado por primera vez en Antioquia Herodes Agripa II le pregunto a Pablo ¿Crees que en tan breve  lapso puedes persuadirme a ser cristiano… (hechos 26.28)  Así que aun este nombre que hoy recibimos tiene origen burlesco y de menosprecio. 


3. ¿Quién persigue a los justos?

Mat 5:11-12
 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan,  y digan toda clase de mal contra vosotros,  mintiendo. Gozaos y alegraos,  porque vuestro galardón es grande en los cielos;  porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

El Mundo.
Pero en muchas ocasiones: La Iglesia misma. Muchísimos justo han sufrido incluso la muerte a manos de gente religiosa. Pablo dijo que la mente natural  es enemistad contra Dios. Aunque habla de Dios en realidad lo odia.

Los fariseos, los escribas y los doctores de la ley persiguieron a Cristo y a sus apóstoles…
A los primeros cristianos los que más los persiguieron fueron los judíos.
En la Edad Media la Iglesia católica… a aquellos creyentes que habían visto la verdad y querían vivirla pacíficamente.
Los religiosos de nombre persiguieron duramente a los puritanos.
También aquellos que falsean la Verdad de las Santas Escrituras persiguen a quienes quieren vivirlas en la Gracia y el Amor de Cristo. Que quieren seguirlo por el camino angosto.
El cristianismo formal es a menudo enemigo de la Fe genuina.

Martyn Lloyd- Jones dijo:

“El cristiano es como su Señor, y por esto el Señor dijo de él: 

Lucas 6:26  
¡Ay de vosotros,  cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!  Porque así hacían sus padres con los falsos profetas.

El cristiano de verdad es alguien al que no todo el mundo alaba”.



Finalmente…

Filipenses  1:27-29  
Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo,  para que o sea que vaya a veros,  o que esté ausente,  oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu,  combatiendo unánimes por la fe del evangelio,  y en nada intimidados por los que se oponen,  que para ellos ciertamente es indicio de perdición,  mas para vosotros de salvación;  y esto de Dios.  Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo,  no sólo que creáis en él,  sino también que padezcáis por él,…

Que os comportéis como es digno del Evangelio de Cristo…
Combatiendo unánimes por la Fe del Evangelio…
Y en nada intimidados por los que se oponen…
Dios nos ha concedido que a causa de Cristo padezcamos.