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De regreso a la Biblia



“De regreso a la Biblia”

Introducción:

Algunos pensaran que si los apóstoles, Pedro, Juan o Pablo hubiesen leído o escuchado el titulo de la presente reflexión hubieran quedado sorprendidos pues piensan  equivocadamente que el alejamiento, primero soslayado y luego descarado, de la Escritura por parte del pueblo de Dios es asunto de hoy; pero estos olvidan que desde el Edén ese ha sido el trabajo de Satanás. Leemos que la tentación realmente empieza cuando le es propuesto a Eva (y Adán) que dude de la Palabra de Dios… ¿con que Dios os ha dicho? Para entonces las palabras de Dios no se habían inscrito en un libro que hoy conocemos como la Biblia… pero tanto el origen de la creación como el mudamiento eran  nada menos que las Palabras de Dios. Las que  siglos más tarde Moisés inscribiría fielmente en el Génesis, como parte de la revelación especial divina “EL pentateuco".


Desde entonces como podríamos  ver a través de una panorámica bíblica muy rápida es ella   …La Palabra de Dios… el eje central, si me permite  la protagonista, el conocerla o no conocerla, el creerla o no creerla… el oírla o no oírla…. El hacerla o desobedecerla,   marca la diferencia entre los escogidos y los perdidos, los creyentes y los incrédulos, los piadosos y los impíos. En pocas Palabras entre la Iglesia fiel y la que va por el camino de la apostasía.

Durante el periodo de los patriarcas los hombres de Fe fueron reconocidos por que oyeron, guardaron en su corazón y pusieron en acción la Palabra de Dios.
De la misma manera sucedió durante el periodo llamado de la ley de Moisés, Deuteronomio 28  anuncia cual trompeta las bendiciones por la  obediencia y las maldiciones por  la desobediencia a ésta.

Uno de los periodos de mayor apostasía en tiempos de reyes fue durante el Reinado del Rey Acab y su séquito de falsos profetas quienes enfrentando al Dios de Elías incluso se sajaban el cuerpo con la loca pretensión de que sus falsos dioses enviaran fuego. Luego de ingentes esfuerzos vanos, Elías ordena el altar del holocausto tal como la Palabra de Dios  lo indicaba y orando fervientemente ve la Gloriosa respuesta. Dios estaba honrando su Palabra dada al profeta.

Podríamos resumir el mensaje de los profetas en la voz del más representativo de ellos, llamado el 5 evangelista. Isaías:


Isa 8:17  Esperaré,  pues,  a Jehová,  el cual escondió su rostro de la casa de Jacob,  y en él confiaré.
Isa 8:18  He aquí,  yo y los hijos que me dio Jehová somos por señales y presagios en Israel,  de parte de Jehová de los ejércitos,  que mora en el monte de Sion.
Isa 8:19  Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos,  que susurran hablando,  responded:   ¿No consultará el pueblo a su Dios?   ¿Consultará a los muertos por los vivos?


Isa 8:20   ¡A la ley y al testimonio!  Si no dijeren conforme a esto,  es porque no les ha amanecido.


Isa 8:21  Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos,  y acontecerá que teniendo hambre,  se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios,  levantando el rostro en alto.
Isa 8:22  Y mirarán a la tierra,  y he aquí tribulación y tinieblas,  oscuridad y angustia;  y serán sumidos en las tinieblas.

Es decir que la evidencia de una nueva vida en Cristo, la llegada de la aurora al corazón del pecador, alcanzado por la Gracia,  tiene como marca inalienable su confianza y conformación de todo lo suyo a  las Escrituras. Al modelo Bíblico. A eso le llaman reforma.


Permítanme citar a LJ Thompson:

“Cuando un cristiano tiene Fe, entiende por esa pequeña palabra algo muy simple: ¡La fe es sencillamente una confianza total en la Palabra de Dios como verdad! Cuando el hombre confía en esa palabra tiene Fe. Si no recibe esa palabra como verdad se le considera impío, es decir no es uno de los fieles”  L.J. Thompson

Confiar en la Palabra es tal como lo entendió Esdras quien dispuso su corazón para  leerla, oírla, guardarla, enseñarla. Leamos la asombrosa declaración que, en cierta ocasión,  hace el mismo Señor y Salvador nuestro:

Luc 11:27  Mientras él decía estas cosas,  una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo,  y los senos que mamaste.
Luc 11:28  Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios,  y la guardan.

Esto mismo fue lo que entendieron y aplicaron los apóstoles en la conformación de la primitiva comunidad cristiana:

Hch 2:41  Así que,  los que recibieron su palabra fueron bautizados;  y se añadieron aquel día como tres mil personas.
Hch 2:42  Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles,  en la comunión unos con otros,  en el partimiento del pan y en las oraciones.

Notemos que dos requisitos esenciales eran la clave para ser miembros de esta Gloriosa comunidad “recibir su Palabra y ser bautizados”. Es cierto que el contexto inmediato dice que quien hablaba era Pedro, y podríamos inferir que recibieron la Palabra de Pedro. Sin embargo en el contexto más amplio, al comienzo  del capítulo  vemos que invoca al profeta Joel, Pedro está predicando la palabra de Dios, no sobra decir, que además, estaba inspirado por Dios. Y es que ser miembro de una comunidad  sin aceptar la palabra del Evangelio, sin acogerla. Ser miembro de una Iglesia cristiana sin conocer ni aceptar El Evangelio y vivir para el Evangelio y como el Evangelio demanda es un despropósito, pero de este tipo de personas están llenas las congregaciones en nuestros días.

Pero sigamos… los   albores  de la Iglesia fueron sin duda gloriosos pero no pasaron demasiados años sin que, en palabras de los escritores de las epístolas neo testamentarias: los enemigos de la cruz, los que no son de la fe, los que no aman a Cristo pues no guardan sus palabras pretendieran presentar otro Evangelio. Uno ex bíblico. Las cartas de los apóstoles dan Fe  de estas intrigas contra las Santas Escrituras. Pedro escribió  dos porciones muy elocuentes

2Pe 1:19  Tenemos también la palabra profética más segura,  a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro,  hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
2Pe 1:20  entendiendo primero esto,  que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,
2Pe 1:21  porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana,  sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Hacéis bien en estar atento a ella…
Ella es luz  que alumbra en medio de estas tinieblas…
Hasta que Cristo regrese…
Que su interpretación ha de ser por la Iglesia en general…
Es Palabra de Dios…

2Pe 3:15  Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación;  como también nuestro amado hermano Pablo,  según la sabiduría que le ha sido dada,  os ha escrito,
2Pe 3:16  casi en todas sus epístolas,  hablando en ellas de estas cosas;  entre las cuales hay algunas difíciles de entender,  las cuales los indoctos e inconstantes tuercen,  como también las otras Escrituras,  para su propia perdición.
2Pe 3:17  Así que vosotros,  oh amados,  sabiéndolo de antemano,  guardaos,  no sea que arrastrados por el error de los inicuos,  caigáis de vuestra firmeza.
2Pe 3:18  Antes bien,  creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.  A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad.  Amén.


Si bien la Escritura es clara en lo que respecta a aquello que es necesario para la salvación, santificación, perseverancia y Glorificación de la Iglesia. No toda es fácil de comprender, demanda esfuerzo de nuestra parte, estudiar su gramática, su historia y su Gloriosa Teología.  No debemos dejarnos arrastrar por el error de los inicuos.

Esto escribió Pedro para contrarrestar este contraataque de Satanás y sus demonios  que mediante  hombres de  conciencia  cauterizada   entremetieron en la  en la Iglesia doctrinas anti bíblicas  a fin de alejarla, como de hecho lo  hicieron  hasta los tiempos de la reforma, de  los 66 libros divinamente inspirados.

La reforma del Siglo XVI Todo sabemos que son cinco las solas que identifican este periodo, Sin embargo, en mi humilde opinión la que sustenta  a las demás es esta SOLA ESCRIPTURA.

La Biblia se había extraviado, por así ponerlo del pueblo santo. O mejor ese pueblo, ahora ya no tan santo se había alejado de ella.  La reforma le devolvió su Lugar, El Canon, su carácter autoritativo. Pero todo no quedo ahí,
Ya para el periodo confesional se veía de nuevo ese incipiente pero hoy evidente alejamiento de las Santas Escrituras.  Los “cristianos modernos” hasta hoy, conservando físicamente la copia de la Santa Palabra, menos preciaron su contenido y dieron a entender que había muchas cosas allí poco o nada esenciales,  que era solo un libro religioso más. El príncipe de la predicación recoge esto en este  párrafo de uno de sus sermones:

“Ha surgido en la Iglesia de Cristo la idea de que en la Biblia se enseñan cosas  que no son esenciales; que podemos alterarlas un poquito para facilitar las cosas; que con tal que nademos rectamente en lo fundamental, lo demás no es importante… Más esto sabed: La menor violación de la ley divina traerá juicios sobre la Iglesia, y ha traído juicios, y en este mismo día está impidiendo que la mano de Dios nos bendiga… La Biblia, toda la Biblia, y nada más que la Biblia, es la religión de la Iglesia de Cristo. Y hasta que a esto volvamos, la Iglesia habrá de sufrir” Charles Spurgeon.

Para entonces, el arminianismo, doctrina que deprecia y desprecia la gracia de Dios al atribuir al hombre caído no solo bondad en mismo sino capacidad  para elegir el salvarse con poca o ninguna ayuda de Dios. Que desfigura la obra de la cruz del Calvario y presenta a un “cristo” ineficiente, insuficiente y frustrado que está en la puerta del cielo aburrido de ver que tan pocos quieran salvarse… ya estaba arraigándose como hoy lo está en el seno de la Iglesia profesante. Ya estaba en boga, como hoy lo está, desfachatadamente ignorante de que sin la iniciativa de Dios el hombre seguirá muerto eternamente… Spurgeon dice:

“Creo que gran parte del arminianismo en boga es simplemente ignorancia de las doctrinas del Evangelio” XI, 29.  Charles Spurgeon

Es decir, ignorancia de lo que la Biblia dice. Muchos líderes de la Iglesia Cristiana Evangélica en mi país, una gran mayoría, nunca han leído la Biblia completa, ni siquiera una vez. Cuanto menos han inquirido en  los cinco puntos de las doctrinas de la Gracia, o todas las doctrinas medulares del Evangelio. Cuanto menos han propugnado por conocer verdaderamente  Al Señor…  de hecho en eso consiste la Vida Eterna… en conocerle…

De nuevo la voz profética para nuestros días  del Pastor de  pastores:

Juan 17:3  Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti,  el único Dios verdadero,  y a Jesucristo,  a quien has enviado.


He dicho desde el  comienzo que no pretendo ser original. Ningún verdadero cristiano debe pretender serlo, mucho menos en lo que atañe  a la Palabra de Dios. Los autores inspirados del Nuevo testamento no pretendieron serlo, todos ellos invocaron en no pocas ocasiones a los autores de las otras Escrituras (asi llama Pedro al Antiguo Testamento).Y digo esto porque releyendo el Evangelio de Mateo invoca tantas veces “lo dicho por el Profeta Isaías” que podrían algunos pensar plausiblemente que es un comentario al Libro de Isaías. Es por ello que no me es incomodo, no busco mi gloria, citar de nuevo a Spurgeon pues tengo total identidad con esto y el lo expresa en mejores y más claras palabras:

“Quisiera que estudiarais asiduamente la Palabra de Dios hasta que alcancéis una idea clara de todo el plan desde la elección hasta la perseverancia final, de la perseverancia final a la segunda venida , la resurrección y las Glorias que han de seguirla, por los siglos sin fin.”  Charles Spurgeon.


¿Comprenden en algo ahora el titulo de la presente reflexión? ¡DE REGRESO A LA BIBLIA! Algunos dirán ¡como si alguna vez la Iglesia protestante la hubiera abandonado! Créanme, sino a mí, a la historia de la Iglesia, pero sobre todo a La Palabra de Dios. Durante el periodo histórico de la Redención, Cristo hallo que   aun los  más religiosos habían sustituido la palabra de Dios por su tradición negándose a ver la Luz y por tanto ciegos en cuanto a conocer al Mesías y su propia salvación:

Juan  5:39  Escudriñad las Escrituras;  porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna;  y ellas son las que dan testimonio de mí;


Y ante su tozudez y dureza les insistía:

Mar 12:24  Entonces respondiendo Jesús,  les dijo: ¿No erráis por esto,  porque ignoráis las Escrituras,  y el poder de Dios?

Permítanme continuar no siendo original. El pastor John Piper, en cierta ocasión y al reflexionar sobre la importancia y valor de la Biblia se hizo cinco preguntas que quiero usar como referencia para cautivar vuestras conciencias:



1. ¿Qué pasaría si no existiera?

No habría un conocimiento salvador acerca de Dios. ‘La biblia dice que los cielos cuentan la Gloria de Dios… pero  no te salvaras por eso porque eres un pecador rebelde y suprimes la verdad como  dice Pablo.
Donde la palabra va el Espíritu Santo.
Donde la Biblia se abre el Espíritu Santo revela a Cristo.
Donde no se expone este libro  no hay iluminación, no hay conocimiento salvador. Solo hay tinieblas, filosofía barata, bagatelas, perversión.


2. ¿Qué darías para tenerla?

¿Si a  Usted ofrecieran  US. 500.000.000. Oo  para que no la leyera un año  lo aceptaría?
Muchos hoy los hacen… los he llamado los mercaderes en el templo…

Millares de hombres y mujeres piadosas han dado la vida para que la tengamos y ese precio es insuficiente aun por el valor de este libro…


3. ¿Qué es lo que hace posible este libro?

Una Gloriosa relación con el Dios viviente. Eterna comunión con Dios y todas las bendiciones que de ello emanan. No hay una genuina, segura  e intima comunión con Dios sin este libro. No solo cuando lo tengo abierto, sino los cientos de versículos grabados en mi mente y en mi corazón. Dios literalmente nos habla cada día:

Jeremías  32:40  Y haré con ellos pacto eterno,  que no me volveré atrás de hacerles bien,  y pondré mi temor en el corazón de ellos,  para que no se aparten de mí.

4. ¿Cómo sobrevive a los detractores? (La oposición y la critica)

Todos los martillos con que se le han golpeado se han rendido (desmoronados). La Biblia no ha cedido. Es la Palabra Eterna de Dios. Todo lo demás se va… pero ella permanece.


5. ¿Cuánto esfuerzo se le debería dar para preservarla y difundirla?

¿Cuánto deberíamos esforzarnos para que éste libro este en las manos de todo el mundo?
La respuesta es Más… Oración…  Tiempo… Dinero... Ningún esfuerzo es suficiente.
Por último recuerde este elemental principio expresado por Pablo en su carta a los romanos:

Romanos 10:17  Así que la fe es por el oír,  y el oír,  por la palabra de Dios.
Oremos….