EL MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA (MCB)
Pr (r) EUGENIO LINE
Este escrito quiere ayudarnos a leer la Biblia con guía en todo momento. Pero, si bien leemos la Biblia con guía, esta guía, para ser válida, tiene que ser según la Biblia misma. Esta guía es como la aguja que lleva el hilo a todo momento al coser una prenda de ropa. Este hilo que “la aguja” arrastra a través de toda la Biblia, es lo que llamo EL MENSAJE CENTRA DE TODA LA BIBLIA. ¿Cuál es? A esto vamos.
¿CUÁL ES EL MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA?
Antes de comenzar el ejercicio de formular EL MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA (MCB), debo decir otra vez cuál fue la guía mía para encontrarlo. Era y es la siguiente:
LA BIBLIA, LA PALABRA DE DIOS.
LA BIBLIA, LA PALABRA DE DIOS, QUE CUENTA TODA LA VERDAD. (TLV).
LA BIBLIA, LA PALABRA DE DIOS, SUFICIENTE, COMPLETA, Y FINAL, QUE
CUENTA TODA LA VERDAD.
LA BIBLIA, LA PALABRA DE DIOS, SUFICIENTE, COMPLETA, Y FINAL, QUE
CUENTA TODA LA VERDAD, INTERPRETADA LA BIBLIA POR SÍ MISMA
MEDIANTE LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO QUE ILUMINA LA MENTE DEL
CREYENTE EN CRISTO.
Bueno, a la luz de la Biblia misma, ¿cuál es EL MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA?
EL MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA ES:
DIOS
DIOS es el tema más obvio de toda la Biblia. Con frecuencia esto no es tenido en cuenta. A veces la Biblia es tenida más que todo como guía para la función moral y espiritual del ser humano. Pero, la existencia de Dios define y controla todo; está detrás del ser y comportamiento humanos. La Biblia no es solamente una guía para nuestra manera de ser, sino, mucho más, un libro para que conozcamos a Dios (en la medida posible) y todo lo relacionado con Dios, lo cual incluye la conducta humana.
Yo soy Jehová, y no hay otro. (Isaías 45.18)
Porque de él, y por él, y para él son todas las cosas… (Romanos 11.36)
Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos… (Hechos 17.28)
El necio ha dicho en su corazón, ‘No hay Dios’. (Salmo 14.1))
Agrego unas palabras más a la respuesta inicial de una sola palabra ( DIOS) de nuestra pregunta sobre cuál es
El MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA (MCB) es:
DIOS EN SU SER, SU PROGRAMA, Y SUS OBRAS.
(Esto del programa de Dios es principalmente su programa en cuanto tiene que ver con los seres humanos creados a la imagen de Dios.)
Ampliando un poco más,
El MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA es que
DIOS EN SU SER, SU PROGRAMA, Y SUS OBRAS SALVA A SU PUEBLO DE SU PECADO.
Ahora nos preguntamos, ¿Quién y cómo es este Dios?
Pues, este Dios que salva a su pueblo es el Dios trino, el Dios único, el Dios verdadero, el Dios soberano, el Dios santo. Así, pues, ampliamos nuestra declaración del
EL MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA (MCB) es:
DIOS, EN SU SER, SU PROGRAMA, Y SUS OBRAS ES EL DIOS TRINO (PADRE, HIJO, Y ESPIRITU SANTO), CREADOR, SANTO, ÚNICO, VERDADERO, SOBERANO, JUSTO y BUENO, Y QUE SALVA A SU PUEBLO DE SU PECADO.
(Hacemos este ejercicio de reflexión sobre cuál es el tema de la Biblia, porque si no entendemos que DIOS es DIOS, DIOS sobre todo, no entendemos nada de nada como debemos entenderlo.)
¿Quiénes son los que conforman este pueblo que Dios salva de su pecado? Respondemos que es la gente que desde antes del fundamento del mundo, Dios escogió para salvarlo de su pecado. Ampliamos, pues el MCB diciendo:
DIOS, EN SU SER, SU PROGRAMA, Y SUS OBRAS ES EL DIOS TRINO (PADRE, HIJO, Y ESPIRITU SANTO), CREADOR, SANTO, ÚNICO, VERDADERO, SOBERANO, JUSTO Y BUENO QUE SALVA A SU PUEBLO DE SU PECADO, EL PUEBLO ESCOGIDO POR ÉL DESDE ANTES DEL FUNDAMENTO DEL MUNDO.
Preguntamos: ¿Para qué Dios salva a su pueblo de su pecado? Pues, lo hace para su propia gloria y para que sea un pueblo especial para Él. Ampliamos otra vez:
DIOS, EN SU SER, SU PROGRAMA, Y SUS OBRAS ES EL DIOS TRINO (PADRE, HIJO, Y ESPIRITU SANTO), CREADOR, SANTO, ÚNICO, VERDADERO, SOBERANO, JUSTO Y BUENO QUE SALVA A SU PUEBLO DE SU PECADO, EL PUEBLO ESCOGIDO DESDE ANTES DEL FUNDAMENTO DEL MUNDO, PARA SER UN PUEBLO ESPECIAL, SANTO PARA DIOS Y PARA SU GLORIA.
No hemos incluido todavía LO MÁS OBVIO DEL MENSAJE CENTRA DE LA BIBLIA. Esto de Dios y su obra de salvar a un pueblo y hacerlo un pueblo especial para Dios es posible por razón de Jesucristo y su obra en la cruz.
DIOS, EN SU SER, SU PROGRAMA, Y SUS OBRAS ES EL DIOS TRINO (PADRE, HIJO, Y ESPIRITU SANTO), CREADOR, SANTO, ÚNICO, VERDADERO, SOBERANO, JUSTO Y BUENO QUE SALVA A SU PUEBLO DE SU PECADO, EL PUEBLO ESCOGIDO DESDE ANTES DEL FUNDAMENTO DEL MUNDO, PARA SER UN PUEBLO ESPECIAL, SANTO PARA DIOS Y PARA SU GLORIA, ALGO QUE SE DEBE AL HECHO DE HABER MUERTO JESUCRISTO, EL HIJO DE DIOS, POR EL PECADO DE ESTE PUEBLO.
Vale preguntar, ¿cómo es que Jesucristo, el Hijo de Dios salva a su pueblo de su pecado mediante la cruz? Es lo mismo que preguntar qué fue lo que Jesucristo logró al morir en la cruz por su pueblo. Pues, fue que pagó con su muerte el pecado de su pueblo, siendo que la paga del pecado es la muerte por razón de la ira de Dios.
DIOS, EN SU SER, SU PROGRAMA, Y SUS OBRAS ES EL DIOS TRINO (PADRE, HIJO, Y ESPIRITU SANTO), CREADOR, SANTO, ÚNICO, VERDADERO, SOBERANO, JUSTO Y BUENO QUE SALVA A SU PUEBLO DE SU PECADO, EL PUEBLO ESCOGIDO DESDE ANTES DEL FUNDAMENTO DEL MUNDO, PARA SER UN PUEBLO ESPECIAL, SANTO PARA DIOS Y PARA SU GLORIA, ALGO QUE SE DEBE AL HECHO DE HABER MUERTO JESUCRISTO, EL HIJO DE DIOS, POR EL PECADO DE ESTE PUEBLO, PAGANDO POR RAZÓN DE LA JUSTICIA DE DIOS EL SALARIO DEL PECADO QUE ES LA MUERTE. LA RESURRECCIÓN DE CRISTO DE ENTRE LOS MUERTOS MOSTRÓ QUE ÉL EN LA MUERTE EN LA CRUZ HABÍA CANCELADO YA EL CASTIGO QUE EL PECADO MERECÍA.
(LA CRUZ es, pues, el MOMENTO CULMINANTE DE TODA LA HISTORIA Y DEL MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA (MCB))
Demos un paso más. ¿Cómo podemos saber quiénes son el pueblo de Dios? Pues, los que son el pueblo de Dios son los nacidos del Espíritu, creyentes en Cristo, unidos en la comunión de la iglesia, y que andan en la ley de Dios, y lo hacen en el poder del Espíritu, amando a Dios con todo su corazón, y amando al prójimo, Nuevamente, volviendo más completa nuestra declaración del MCB:
DIOS, EN SU SER, SU PROGRAMA, Y SUS OBRAS ES EL DIOS TRINO (PADRE, HIJO, Y ESPIRITU SANTO), CREADOR, SANTO, ÚNICO, VERDADERO, SOBERANO, JUSTO Y BUENO QUE SALVA A SU PUEBLO DE SU PECADO, EL PUEBLO ESCOGIDO DESDE ANTES DEL FUNDAMENTO DEL MUNDO, PARA SER UN PUEBLO ESPECIAL, SANTO PARA DIOS Y PARA SU GLORIA, ALGO QUE SE DEBE AL HECHO DE HABER MUERTO JESUCRISTO, EL HIJO DE DIOS, POR EL PECADO DE ESTE PUEBLO, PAGANDO POR RAZÓN DE LA JUSTICIA DE DIOS EL SALARIO DEL PECADO QUE ES LA MUERTE. LA RESURRECCIÓN DE CRISTO DE ENTRE LOS MUERTOS MOSTRÓ QUE ÉL EN LA MUERTE EN LA CRUZ HABÍA CANCELADO YA EL CASTIGO QUE EL PECADO MERECÍA. ESTA OBRA DE CRISTO LLEVA A SU PUEBLO, NACIDO DEL ESPÍRITU DE DIOS, Y CREYENTE EN CRISTO, UNIDO EN LA COMUNIÓN DE LA IGLESIA, A ANDAR SEGÚN LA LEY DE DIOS EN AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO, Y A HACERLO EN EL PODER DEL ESPÍRITU DE DIOS.
Entiendo que al agregar más y más verdades a lo que ya tenemos como MCB, la cosa se vuelve bien difícil de recordar. Pero, allí está el propósito de este ejercicio. Queremos tener cada vez más en nuestra memoria un resumen breve pero suficiente de este MCB como para poder leer y estudiar la Biblia siempre con guía. Nos ayuda a tener lo esencial siempre presente en nuestro pensamiento. Si no tenemos esto, fácilmente nos enredamos demasiado en cosas secundarias. Claro, todo detalle de la Biblia es importante, pero cada detalle es importante en la medida que resalte y explique lo central, el MCB, el hilo que corre a través de toda la Biblia.
Hasta aquí llega en este escrito el ejercicio de formular la respuesta a la pregunta de CUÁL ES EL MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA. Pero si fuera el caso de seguir ampliando la respuesta a la pregunta, llegaríamos pronto a tener un documento largo semejante de la CONFESIÓN BAUTISTA DE FE DE 1689. Sí, así sería, porque la Biblia en todas sus palabras es Palabra de Dios, y si dejamos afuera algunos elementos esenciales, corremos el riesgo de quedarnos con un resumen defectuoso, es decir, una verdad que por no ser toda la verdad, pero por ser tenida como si fuera toda la verdad, resulta deficiente. Nos toca tener toda la verdad que la Biblia presenta, todo el sistema completo de la verdad. Todo elemento de la verdad es importante, aunque, claro, no todo elemento tiene la misma importancia en cuanto al sistema bíblico de la verdad. Todo es importante, sí, en el aporte que desempeña en el cuadro total. En resumen, podemos tener recurso a lo ya publicado, la mencionada CONFESIÓN BAUTISTA DE LA FE DE 1689. Que lo estudiemos, sí, pero, a la vez, que estemos ocupados en ver por la Biblia misma si este documento es completo y acertado o no.
Mantengamos siempre en mente que lo esencial, el MCB en su forma más sencilla es:
DIOS.(el Dios dado a conocer en la Biblia)
De una vez, alguno podría cuestionar el ejerció mío arriba, y decir que no hace justicia a la persona y obra de Jesucristo. ¿No es Jesucristo el mensaje central de la Biblia? Sin duda alguna Jesucristo ocupa un lugar preeminente en todo momento y en toda página de la Biblia, aunque es cierto que no toda página habla directamente de Él. Todo tiene que ver con Él, sí, pero no todo habla solamente de Él. Él es Dios: Él está en el Padre y el Padre está en Él (Juan 14.10-11). Las tres divinas personas son cada una completamente Dios, aunque Dios existe en tres personas. No entendemos a Jesucristo si no entendemos a Dios en la totalidad de su ser. Por eso, decimos que en primera instancia el MCB es en una palabra, DIOS.
Bueno, hasta aquí el ejercicio que acabo de hacer en cuanto a CUÁL ES EL MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA. Ahora es el turno de cada lector para hacer otro tanto como he hecho. Cada lector debe hacer lo mismo, no copiando lo escrito aquí o de otra parte, sino comenzando en ceros. Hágalo usted mismo lo mejor que pueda, y después (o a la vez), vaya ampliando y mejorando su propio resumen de este mensaje. Ojalá lo suyo resulte mejor de lo que he escrito. Escriba ahora por su cuenta CUÁL ES EL MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA, tomando en cuenta toda la Biblia, extrayendo del todo un brevísimo resumen como aquí he buscado hacer. Al mismo tiempo, con el tiempo, revise lo que ya ha escrito para ver si debe ser modificado o corregido o ampliado. Haga este ejercicio a través de toda su vida. Pues, al tener en cuenta EL MENSAJE CENTRAL DE TODA LA BIBLIA, cada vez que lea algún aparte de ella, este resumen le sirve como guía para entender mejor y con más precisión el aparte que esté leyendo. Así va a poder evitar tener un entendimiento truncado, deficiente, parcial, o mal equilibrado o deformado. Lo que queremos es LA BIBLIA, TODA LA BIBLIA: TODA LA VERDAD PARA TODA LA VIDA SIEMPRE.
Este ejercicio hecho por cuenta propia le permite tener lista una respuesta a la pregunta que la gente quizás le haga: ¿QUÉ ENSEÑA LA BIBLIA?
Agrego unas observaciones en cuanto a este MENSAJE CENTRAL (MCB):
Primera observación:
Es importante enfatizar quién es el actor en todo y siempre. Este actor es el Dios santo y soberano que venimos hablando. Citando otra vez Romanos 11.36: …De él, por él, y para él son todas las cosas; a él sea la gloria por los siglos. Amén. Este texto de la Biblia enseña que no existe y no sucede nada fuera del plan de Dios. La voluntad eterna de Dios incluye todo, ya que Dios es único e inmutable. Esto no elimina el deber de cada ser humano de obedecer lo que Dios manda. Dios siendo soberano, manda que el ser humano obedezca su ley, amándole y buscando su reino. La Biblia enseña que Dios obra todo y en todos, pero a la vez, enseña que el hombre actúa libremente, y que lo que hace o no hace trae consecuencias de acuerdo con el caso.
Esto que acabo de escribir parece no tener lógica, y así es según nuestra manera de razonar. No la tiene, pero, sin embargo, sí, así es la lógica de Dios. Así afirmo porque así dice la Biblia, la Palabra de Dios. Somos criaturas de Dios, y por lo tanto debemos vivir según la verdad de Dios tal como la tenemos en su Palabra infalible, la Biblia. La Biblia, siendo Palabra de Dios, se confirma como tal por sí misma. Debemos escucharla para que con ella Dios nos convenza. No es cuestión de entender todo, sino creer todo y a la vez entender como creyentes lo que debemos y podemos entender y hacer.
Por dos razones no podemos entender todo lo de este mundo, todo en cuanto a la voluntad de Dios para nosotros dada en las Escrituras. Primero, no entendemos todo porque somos finitos, es decir limitados. Somos solamente criaturas, creadas así por Dios. En segundo lugar no podemos entender todo porque somos pecadores. Adán, el primer ser humano, fue nombrado por Dios como representante nuestro. Cuando Adán cayó al pecar contra Dios, lo hizo en nombre de todos los seres humanos que vendría después de Él. Con Adán, pues, nacemos dañados moral y espiritualmente en todas nuestras facultades. Por esto no razonamos bien ahora, sobre todo no en cuanto a Dios y su voluntad. Es por esto que todo el mundo rechaza a Dios y su enseñanza. Nacemos todos culpables ante Dios y corruptos en nuestro ser. Fue por eso que Dios envió a Jesucristo para rescatarnos de nuestra culpa y de nuestra corrupción como descendientes de Adán.
Repito lo que venía diciendo, que no entendemos toda la realidad nuestra y del mundo. Reconocemos que mucho de ella es un misterio. Preguntamos a veces: ¿Por qué Dios hace o no hace como hace o no hace? Muchas veces no hay explicación más allá del hecho de que Dios es y es como es, es decir DIOS, único, etc., como ya he escrito.
Segunda observación
Ya arriba comenté sobre esto: ¿No es Jesucristo el MCB? Muchos responderán que sí. Y, está bien; tienen razón. Pero, quizás no la tienen de un todo. ¿Por qué no? Pues, porque muchas personas no entienden bien quién es Jesucristo. Para conocerlo, hay que comenzar reconociendo que Jesucristo, siendo el Hijo de Dios, es Dios. Sí, es a la vez humano, pero es el Hijo de Dios quien en la primera Navidad tomó para sí una naturaleza humana. Al hacerlo, no dejó de ser como era antes, el Hijo de Dios. Podemos equivocarnos mucho si no tenemos presente que Jesucristo es Dios. Por eso, todo el mensaje de la Biblia habla de Dios en todo lo que Dios es para que al hablar de Jesús de Nazaret, entendamos y apreciemos cómo era y es Jesús de Nazaret en toda la plenitud de su ser.
Tercera observación:
Este escrito sobre el MCB tiene el propósito de dar al lector una idea de lo que la Biblia enseña, y de recomendar que cada persona haga el esfuerzo (por cuenta propia) de hacer lo mismo. Pero, como insinué, es por medio de conocer toda la Biblia que esperamos acertar en nuestro proyecto. Por lo tanto, tenemos por delante el ejercicio de estudiar la Biblia misma para saber si lo que concluimos es correcto o no. El MCB nos ayuda a entender toda la Biblia, y la Biblia nos ayuda a entender cuál es el MCB. Esta tarea es de toda la vida, leyendo, estudiando, asimilando la Biblia misma. ¡Qué maravilloso privilegio!, pues toda la Escritura es inspirada por Dios. Es decir, es Palabra de Dios, es la voz de Dios hablando de manera escrita todo lo necesario para su gloria y para que el ser humano viva y muera dichosamente. Por esto, uno insiste consigo mismo en cuanto a leer toda la Biblia desde GÉNESIS A APOCALIPSIS vez tras vez a través de toda la vida, para entender y recordar siempre con más precisión y exactitud cuál es EL MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA.
Cuarta observación:
Hay dos programas que al principio pueden hacer más fácil la tarea de formular el MCB.
· AVANCE BÍBLICO. Este programa enseña los datos básicos de la Biblia como libro. Las dos primeras materias del primer nivel de AVANCE BÍBLICO, “Primeras Lecciones”, e “Historia Sagrada del Antiguo Testamento” ayudan a tener en mente un panorama de la Biblia en su estructura, historia, y enseñanza. Ayudan al lector de la Biblia a reconocer que toda la Biblia es una sola historia, la historia de la obra salvadora de Dios. Recordando esto, no va a perder el hilo en cuanto al aporte a esta historia de cada uno de los 66 libros de la Biblia.
· CON PREGUNTAS A TRAVÉS DE LA BIBLIA. Este programa fue diseñado para a través de cinco años, estudiando más o menos cinco páginas de la Biblia cada semana, estudiarla con mayor detenimiento y atención, y es un estudio que uno hace adicional a la lectura rápida y corrida de GENESIS A APOCALIPSIS. Hay como 275 juegos de preguntas que le ponen a uno a pensar al leer Biblia. Juntamente con las preguntas, hay una breve introducción a cada libro de la Biblia, una ayuda necesaria para entender todo el contenido de cada uno.
Quinta observación:
Para entender la Biblia, tenemos que tener la ayuda de su Autor. Es el Espíritu Santo, quien, siendo Dios mismo, movió a los santos hombres de Dios para que escribieran la Biblia. Tenemos que pedir que Él nos enseñe. Para animarnos en esto, haga el ejercicio de leer de vez en cuando todo el SALMO 119, y tome nota de las muchas veces que el autor ora a Dios, pidiendo ayuda para entender las maravillas de la Palabra de Dios. Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente. (1 a Corintios 2.12)
Sexta observación:
¿Cómo es que uno puede gozar de la ayuda del Espíritu de Dios para poder entender su Palabra? Pues, esta presencia es el don de Dios para su pueblo, los que arrepentidos de su pecado, crean en Jesucristo y en la obra redentora que Él llevó a cabo en la cruz. Es decir, es arrepintiéndose y creyendo el evangelio (Marcos 1.14-15 ) que el creyente goza del don de la presencia y la ayuda del Espíritu Santo, el Espíritu de Jesucristo, para poder entender las cosas espirituales. (1 a Corintios, todo el capítulo 2). Lo de Jesucristo es primordialmente el hecho de haber venido Él para “dar su vida en rescate por muchos”, pues es el evangelio que es el poder de Dios para salvación.
Séptima observación:
¿Cómo es que el Espíritu nos guía a toda la verdad? Pues, lo hace con su Palabra, la Biblia. De esto se trata todo esto del MCB. Siendo la Biblia obra del Espíritu Santo, la Biblia se explica a sí misma. Es decir, interpretamos un texto de la Biblia tomando en cuenta otros textos de la Biblia, buscando así respuestas a lo que no entendemos en uno mediante la lectura de otros textos que hablan del mismo asunto. Obviamente esto exige que el lector de la Biblia piense. Tiene que concentrarse en lo que está leyendo; tiene que entender el contexto del texto que lee. Es decir, el Espíritu Santo guía al creyente en Cristo para pensar cuidadosamente lo que está escrito. Esta tarea la hace, no solo cada individuo, sino cada individuo en comunión y comunicación con la iglesia, la comunidad de los creyentes de ahora y del pasado. Debe tomar en cuenta lo que otros creyentes entienden al leer la Biblia. En esto los pastores y maestros de la Biblia tienen una función especial. Esta observación implica que el lector debe estar lo mejor entrenado posible para analizar la gramática, las formas literarias, y la historia que encuentra en la Biblia.
Octava observación:
Debemos tener presente EL MENSAJE CENTRAL DE LA BIBLIA (y todo lo que la Biblia enseña) con el fin de vivirlo. Sólo saberlo no sirve. A aquél, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado.) Santiago 4.17. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. (JUAN 7.17). Estas son Palabras del Señor Jesucristo cuando estaba en la tierra. Claro, esta obediencia a la Biblia es posible sólo en el poder del Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad. Pero, a la vez, el deber nuestro es actuar, es insistir con nosotros mismos y pensar lo que debemos pensar, sentir lo que debemos sentir, querer lo que debemos querer, y hacer lo que debemos hacer. Recordemos que es por medio de la fe en Cristo y su evangelio que gozamos de la presencia del Espíritu para enseñarnos. Sólo en su poder podemos vivir como siervos de Dios, siervos del reino de Dios, miembros dentro del pacto de Dios. Es en este pacto que DIOS promete ser el Dios de su pueblo, y a la vez que su pueblo se compromete a tener a Dios por Dios suyo. En esto está la máxima felicidad como seres creados a la imagen de Dios.
Novena observación:
Una vez hecha la tarea de tener claro el MCB, y para ayudar en esto, recordemos que la Biblia es una unidad. Como tal, tiene su mensaje central. Es una sola historia siendo el Espíritu Santo el autor de toda la Biblia. Él es el Espíritu del Dios de toda sabiduría. Por lo tanto es muy cierto que cada aparte de la Biblia, cada libro de los 66 libros, aporte algo al MCB. De esto sigue la necesidad y privilegio de asimilar cuál es el aporte de cada uno. Para ello, hay que leer repetidamente cada libro. Al entender cada uno y entender el mensaje de cada uno, uno comprende y goza de cada uno como confirmación e ilustración de la Biblia como un todo. La Biblia deja de ser para el lector sólo una colección de escritos religiosos y cristianos sin relación los unos con los otros.
Décima observación:
Leamos siempre ORANDO: “Enséñame”, Salmos 119 y 25. OREMOS que este MCB con el aporte que cada uno de los 66 hace, nos cautive, nos impulse, nos motive, nos oriente, nos haga regocijar, nos informe, nos domine, nos amolde, todo en el amor a Dios y al prójimo, buscando siempre la venida del reino de Dios, la obediencia a su voluntad, su ley, su sabiduría, su evangelio, su victoria, su porvenir glorioso. Pero, arrepentidos cuando pecamos, corremos a ¡CRISTO, CRISTO, CRISTO! para el perdón y la paz.
Undécima observación:
Como he escrito arriba, lo que he formulado con MCB es mi intento en lo mismo. Pero, seguramente hay otras maneras de formularlo maneras que parten de conceptos bíblicos tales como el reino de Dios, o los pactos de Dios, o la cosmovisión bíblica. En últimas, todos estos enfoques valen. El reto es tener en cuenta todo, relacionar todo, y así resultar con un MCB acertado pero que sea lo suficiente breve (y a la vez completo) para servir como guía al lector y estudiante de toda la Biblia.
Pr. (r) Eugenia Line.
Pr. (r) Eugenia Line.